martes, 13 de julio de 2010

Experiencia de Alejandro González Raga en España

ABC.es

"Si volviera a elegir me quedaría con la cárcel antes que con el exilio "

El testimonio del periodista sirve de ejemplo para saber qué sucederá con los disidentes recién llegados.



En estos días, en los que está previsto que lleguen a España más de una cincuentena de disidentes cubanos liberados del presidio, las dudas aparecen por doquier a uno y otro lado del charco. Preguntas acerca del sino de este grupo de disidentes en Madrid, su estatus, su adaptación al país o quién se encargará de tutelarlos. Unas cuestiones que, en cualquier caso, ya se hicieron en muchas ocasiones otros miembros de la comunidad cubana exiliada en España.

Alejandro González Raga, periodista cubano residente en Madrid, fue uno de ellos. Su labor informativa alejada del corsé del régimen le llevó a la cárcel de su Camagüey natal de 2003 a 2008. Un día después del fallecimiento de su madre, en febrero de ese mismo año, al periodista le plantearon una elección que cambiaría su vida para siempre. «Un representante gubernamental me planteó en prisión dos opciones: o permanecer en Cuba encarcelado, o ser liberado a cambio de viajar a España», recuerda. Un viaje que, más que previsiblemente, no tendría retorno.


Apoyado por su familia, y en cuestión de apenas unos días, González Raga y los suyos aterrizaron en Madrid. Aquella fue una llegada marcada por la desorientación que generó el poco tiempo del que dispuesieron para tomar su decisión y dejar atrás toda una vida. Pero, en aquél momento, la actitud del Ejecutivo español les generó algo de esperanza para comenzar una nueva vida en un país extraño. «El Gobierno nos prometió que no nos abandonaría, que conseguiríamos una vivienda y un permiso de trabajo. Pero todas esas promesas se quedaron en humo», se lamenta dos años después.

El olvido del Gobierno

González Raga y los suyos tuvieron que aguardar alrededor de un año para conseguir un permiso de trabajo válido. Hoy, a pesar de todo, ningún miembro de la familia ha conseguido trabajo. «Es complicado por la crisis y porque no pudimos conseguir en Cuba ningún documento sobre nuestra vida laboral ni nuestra formación.»

Hoy, Raga vive con cuatro personas a su cargo en el madrileño barrio de Vallecas en un piso de protección oficial otorgado por la Comunidad de Madrid. Él y los suyos sobreviven gracias a una pequeña ayuda que el Gobierno regional también les cedió en su momento y que, como dice, «da lo justito para pagar nuestro piso y comer todos.» A pesar de todo al periodista no le gusta regocijarse en el lamento.

“Nosotros no pedimos nada, sólo queremos conseguir un trabajo. Hay muchos españoles que están en una situación muy complicada también.” El testimonio de Raga es un buen ejemplo de lo que vivirán los recién llegados. «Ellos se van a encontrar cosas más difíciles incluso, porque cuando nosotros llegamos la crisis apenas acababa de empezar.» A pesar de que agradece profundamente el apoyo del pueblo español, el periodista es claro. «Si tuviera que volver a tomar esa decisión hoy en día, hubiera elegido otra cosa», asegura. «La situación en Cuba es diferente ahora, en parte porque los sacrificios que hemos hecho muchos de nosotros empiezan a dar sus frutos.»

No hay comentarios: