domingo, 2 de enero de 2011

Una familia, una tragedia


Por Mercedes L. García 

Ernesto Morales Licea, Licenciado en Periodismo en la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, publicó con fecha del 23 de diciembre de 2010 en su blog El Pequeño Hermano una serie de fotos para denunciar el caso de Alexander Otero Rodríguez de 34 años, Aliuska Noguer Tornés la esposa de Alexander quien cuenta con 18 años de edad  y el bebé de ambos que cuenta con 48 días de nacido. 

Según la historia, aproximadamente a las siete de la noche del pasado miércoles 22 de diciembre de 2010 al filo de las siete de la noche la pareja antes mencionada apareció en una céntrica calle de Bayamo y “en cuestión de minutos levantaron una choza de fibrocemento, sujeta por frágiles tablas, en un solar yermo ocupado antaño por una tienda de víveres” y extendieron en el suelo “un desvencijado colchón  que traían a cuestas”. Todo ello en un desesperado intento por reclamar públicamente el derecho a una vivienda digna. 

“De aquí no nos movemos hasta que alguien le ponga fin a lo que estamos viviendo. Llevamos meses vagando de un lugar para otro, no tenemos casa, y desde que nació nuestro hijo estamos durmiendo a la intemperie”, fue la respuesta de la pareja a los funcionarios públicos, políticos, y del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) que aparecieron en el lugar para cuestionarlos. 

 “Desde hace meses Aliuska y yo hemos vivido como nómadas, alquilándonos una noche en un cuartucho y otra durmiendo en una Terminal de Ómnibus. Cuando nació nuestro hijo, solicitamos atención por parte de las autoridades – el Órgano de Vivienda, la sede del Partido y otros -, por nuestra situación (sin hogar y con un bebé), y lo único que hicieron fue vendernos estas planchas de fibrocemento y siete bolsas de cemento, sin darnos autorización para construir en ningún lugar. Por eso ahora de aquí no nos mueven con vida”.

El autor termina la nota expresando su emoción al ver el apoyo recibido por entre treinta y cincuenta personas vecinas del lugar quienes no sólo le dieron sábanas, comida y bebida a la pareja, sino que “en un acto de valentía pública -jamás visto por mí en mi entorno, no vacilaron en denunciar a sus dirigentes corruptos, no vacilaron en respaldar con sus propios puños la decisión de aquel joven, y no se sintieron amordazados ni siquiera cuando el agazapado represor pretendió bloquear mi cámara fotográfica”, dijo. 

 “Basta de mentiras, de dirigentes ladrones. Basta de que la única vía de escapatoria en este país sea la emigración. Yo soy cubano y no me quiero ir de mi país”, fueron otras de las palabras de Otero Rodríguez. “No soy yo quien debe irse de este país: los que tienen que irse son los que provocan cosas como esta, injusticias como esta”.  

Claro que no están solos. Desde el exilio les decimos a Alexander, a Aliuska y a Ernesto que aquí estamos para darle seguimiento a esta historia, así como a cualquier otra similar que se produzca.


e-Mail: ernestomorales25@gmail.com – Historia Completa y otras fotos :  Una Familia, una tragedia

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