Por Mercedes L. García
En declaraciones emitidas a través de Radio Martí, Elizardo Sánchez Santacruz, el presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, hizo un recuento de algunos sucesos ocurridos en Cuba durante el pasado año 2010, calificando el mismo como uno “terrible” para los cubanos.
Según Sánchez Santacruz, durante el pasado año, el régimen cubano se encargó de violar todos los derechos civiles, políticos y económicos de los cubanos, así como también de restringirles libertades tales como la de trabajar o la de movimiento, tanto dentro del país como para salir o entrar a la isla. La muerte del mártir Orlando Zapata Tamayo, las represiones sufridas por las Damas de Blanco y la huelga de hambre de Guillermo Fariñas fueron mencionadas también como parte de las acciones del régimen castrista en contra de los opositores pacíficos en la isla.
En su opinión, el año que comienza se perfila como uno peor debido a que el régimen castrista intenta “lanzar sobre las espaldas del pueblo su propio fracaso económico”: subiendo los precios de los artículos de primera necesidad, expulsando gentes de sus empleos, bajando los ingresos y creando una masa de desempleados. A todo esto podemos añadirle las constantes detenciones y los brutales actos de repudio sufridos por los opositores pacíficos dentro de la isla, protagonizados por elementos paramilitares vestidos de civil para hacer creer que son parte del pueblo.
De todo lo expuesto es fácil inferir que los días del régimen están contados. La terrible situación económica y social en la que han sumido a la isla no tiene solución por más esfuerzos que realicen y mucho menos con las medidas cosméticas que han sido anunciadas. “Las medidas son realmente muy pequeñas y no solucionarán la situación de deterioro del nivel de vida de la población”, indicó el economista y periodista independiente, Oscar Espinosa Chepe.
¿Cuánto tiempo más estarán dispuestos a soportar, antes de decidirse a procurar la tan ansiada libertad?, es una pregunta para la cual se hace necesario obtener respuestas lo antes posible. Sólo resta medir el grado de tolerancia que aun le queda al pueblo cubano. Esperamos que no sea mucha.
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