Consorcios turísticos a manos de militares y funcionarios importantes

Mercedes García / Bitácora Cubana

En un artículo firmado por Milagros López Guereño, corresponsal en La Habana de El Diario Montañés de España, se indica que Raúl Castro firmó recientemente un decreto en el cual se autoriza a empresas “cubanas”, a adquirir terrenos con el objetivo de construir viviendas exclusivas para el turismo.  

Según se indica en la nota, en el punto 3 del artículo 222 se recoge que “el Estado puede entregar también en derecho perpetuo de superficie terrenos de propiedad estatal mediante el pago del precio correspondiente a empresas o sociedades mercantiles nacionales para la construcción de viviendas o apartamentos dedicados al turismo”. Sin embargo, se dice que el mismo decreto también aclara que el Gobierno conserva la “propiedad y dominio de la tierra”, aunque admite la venta.

Por lo visto, no hay margen en este negocio a la iniciativa privada. Serán las empresas nacionales, que para su formación necesitan el visto bueno del Gobierno y que según los cubanos de a pie están formadas por 'pinchos' (militares y funcionarios importantes), las que compitan con claras ventajas sobre los extranjeros. La idea es reforzar el plan oficial de impulsar el sector turístico como motor de la economía, pero sin perder el control central.

“Las medidas del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para relajar los viajes de los cubanoamericanos y el envío de remesas de dinero se han traducido en que el 37,6% de los turistas llegados a la isla en lo que va de año procedían del gigante americano. Si su Congreso levanta la prohibición que impide a sus ciudadanos visitar Cuba, habrá una avalancha de visitantes estadounidenses” , dice la corresponsal sin mencionar que ya Barack Obama pospuso tales aperturas, al menos durante un año.

Tal modificación legislativa implica, por tanto, la venta de terrenos hereditarios, aunque sean manejados por sociedades, donde la compra de viviendas no se permite. Además de que vuelve a priorizarse el turismo en un país que tiene un déficit reconocido oficialmente de 600.000 viviendas y varias generaciones de familias viven hacinadas, en el mejor de los casos en casas de dos o tres habitaciones y en el peor en cuartos de cuarterías o construcciones pobres que suelen edificarse en los suburbios con materiales de muy baja calidad.

Como es costumbre, la prensa oficialista no publica los pormenores de este nuevo decreto firmado por Raúl Castro que una vez más significa más de lo mismo para el pueblo cubano.

Fotos cortesía de Silvio Benítez  y Martha Beatriz Roque Cabello