jueves, 17 de febrero de 2011

El drama de los inmigrantes en Ecuador

Por David Sosa/ Especial para martinoticias.com 

Guayaquil, Ecuador  12 de febrero de 2011 - "Lo de los matrimonios es el producto más rentable que nos ha llegado de la Alianza Bolivariana."

Antes del año 2008 no era muy común que los ciudadanos cubanos escogieran Ecuador como destino migratorio. El “tema cubano” estaba totalmente ausente de la prensa de ese país, con la excepción de 2006, cuando el mundo centró su atención en Cuba al ceder Fidel Castro los poderes omnímodos a su hermano, Raúl.

Todo cambió cuando en junio de 2008, el Gobierno ecuatoriano del presidente Rafael Correa -llamado de la Revolución Ciudadana- eliminó el visado de turismo para todos los ciudadanos extranjeros, medida que buscaba, según declaraciones de la Cancillería, “promover el país como destino turístico y fortalecer sus relaciones diplomáticas”.

La medida benefició a ciudadanos de 130 países que necesitaban de una visa para entrar al país, entre ellos los de Cuba, unos de los que más dificultades encuentran a la hora de movilizarse libremente y de obtener visas en el extranjero.

Los cubanos más conocidos que vivían en Ecuador antes de la Ley eran profesores, artistas plásticos y presentadores de radio y televisión, que llevaban una vida más bien discreta y con escasa, cuando no nula, participación política. Fidel Márquez, analista económico, rector de la universidad Ecotec, siempre citado por los medios; Saidel Brito, artista visual, también mimado por los diarios; Ovidio González, cantante radicado en Quito, la capital, con programa propio en Radio Visión, y Mariaca Valdés, una cubana típica que recomendaba recetas de cocina por televisión y aparecía en los programas de farándula, eran los pocos referentes de los cubanos en Ecuador.

 La única que asumía una posición política frontal contra el Gobierno cubano era Mariaca. Ella, con familiares en Miami y bastante presencia mediática, incluso se atrevió a dirigirle una carta abierta al presidente Rafael Correa, aconsejándole que no siguiera el rumbo totalitario de los dirigentes cubanos.

Como reconoce hoy, desde su oficina de abogado, el ex sub Secretario de Relaciones Exteriores Juan Javier Aguiñaga, la presencia cubana “era mínima”. Pero eso cambió a partir del 20 de junio de 2008, cuando se produjo una oleada inmensa hacia Ecuador y el “tema isleño” (en una variante superficial y casi siempre negativa) comenzó a copar las primeras planas de los diarios y los titulares de televisión.

Se estima que en 2008 ingresaron a Ecuador 10.948 cubanos y en 2009, 27.114; el asunto comenzaba a preocupar a Cancillería, pero no pasaba a mayores. Ya era común encontrar cientos de cubanos adquiriendo productos en el mercado Ipiales, en Quito y La Bahía, en Guayaquil, fundamentalmente artículos de fabricación china.

El asunto se complicó cuando la Secretaría Nacional de Transparencia y Gestión denunció una supuesta red de corrupción que naturalizaba a ciudadanos cubanos en el país mediante tramitaciones rápidas y fraudulentas. El juez 4to de garantías penales del departamento del Guayas, Jorge Mestanza Pacheco, dictó auto de llamamiento a juicio y orden de prisión preventiva en contra del ex subsecretario de Relaciones Exteriores, Juan Xavier Aguiñaga, y de los notarios vigésimo primero, Marcos Díaz Casquete, y trigésimo séptimo, Julio Olvera Espinoza, acusados de haber cometido falsificación ideológica y documentos públicos.

El proceso como tal se inició por el caso de 93 naturalizaciones de ciudadanos cubanos en base a matrimonios con ciudadanos ecuatorianos, un requisito por el que se permite, en la nueva Constitución, que los extranjeros accedan la ciudadanía de ese país.

A estos 93, según explica Aguiñaga, les retiraron la cédula en el registro civil y actualmente se encuentran en una suerte de limbo migratorio, una especie de “no persona”, la categoría que el inglés George Orwell patentó en 1984.

En julio de 2010 el Canciller Ricardo Patiño dejó sin efecto 160 cartas de naturalización otorgadas a ciudadanos cubanos, algo que el ex subecretario Aguiñaga califica como “inconstitucional”. Mientras que el secretario nacional de Transparencia de Gestión (que ya renunció, como parte del grupo Ruptura 25) Juan Sebastián Roldán, solicitó la destitución de los notarios por haber elaborado escrituras falsas de unión de hecho entre ecuatorianos y cubanos.

Uno de los casos que más llamó la atención de las autoridades fue el de Nuris C.F, cubana de 46 años, que llegó a Ecuador el 14 de enero de 2010. Según explica la Dirección Nacional de Migración era su primera vez en el país. Tenía los tres meses reglamentarios de permiso para los turistas, pero a los 4 días formalizó en Guayaquil una supuesta relación conyugal con el ecuatoriano Nelson Fabricio A.R, de 23 años. Una semana después ya era naturalizada ecuatoriana.

“Yo me casé con un cubano por plata”, dice muy suelta de huesos Bélgica N., una joven estudiante de Contaduría. “Me dieron 2.000 dólares y eso me ayudó en mis estudios”. “Pero ya mi ‘marido’ salió del país”, explica entre risas. Como Bélgica, es muy común encontrar en páginas de internet avisos para estos matrimonios arreglados en los que participan más hombres que mujeres.

Ángel González, es un cubano que ofrece matrimonios arreglados como si fueran paquetes turísticos. González no contesta ya a su celular por miedo de ser localizado y deportado, temor de muchos cubanos que se encuentran en situación irregular.

No es para menos. Junto con la campaña xenófoba de muchos medios de comunicación (entre ellos la televisora Ecuavisa y su veterano presentador Alfonso Espinosa de los Monteros) que presentan solo los casos de cubanos infractores de la ley, está la advertencia del ex ministro del Interior Gustavo Jalkh, quien expresó que “al constatar que una persona ha rebasado la estadía que permiten las leyes (de hasta 90 días para turismo) y que no tiene ningún proceso de buena fe de regularización, tendría que salir de nuestro país”.

Consultado sobre este asunto de los matrimonios fraudulentos, un cubano profesor de una elitista universidad guayaquileña (quien pidió el anonimato) opinó: “Empaña tanto la imagen de los cubanos que ya nunca digo que lo soy. Al ver el galopante ‘cubaneo’ que aflora en el Ecuador (en La Bahía o en Élite de Copa) fue que me percaté cuan ecuatoriano me había vuelto. Lo de los matrimonios es el producto más rentable que nos ha llegado de la Alianza Bolivariana. ¿Cuba te espera? ¡Yo espero que no!”.

Las autoridades estiman que a Ecuador han ingresado unos 37.000 cubanos en los últimos años (lo cual no resulta alarmante si se toman en cuenta los 500.000 ciudadanos colombianos, la gran mayoría en situación ilegal), muchos de los cuales obtuvieron la nacionalidad a través de matrimonios fraudulentos con ecuatoriano

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