Sr. Ministro:
Siendo las 2:00 de la madrugada del 10 de octubre del 2010, fui víctima de un cruel ataque terrorista, comandado por la Policía Política de Santiago de Cuba.
Los cables de la electricidad fueron cortados, dejando mi vivienda sin fluido eléctrico durante mas de 2 días, una mesa de cristal que formaba parte de la Biblioteca Independiente Dulce María Loynaz, fue destruida y a causa de ello sufrí heridas, por las que necesite ser atendido en el Hospital Provincial Saturnino Lora de Santiago de Cuba.
En la puerta de mi casa fueron dejados excrementos y comida para cerdos, y un cartel que decía: “Nos estás jodiendo el negocio”.
Aunque la policía se personó en el lugar no realizó una efectiva inspección en el lugar de los hechos y se mostró totalmente indiferente hacia lo ocurrido.
La Compañía Eléctrica se negó a arreglar los daños y me vi en la necesidad de plantarme frente a la sede de esta Empresa con un Cartel y mostrar mi inconformidad, por lo que fui víctima de una detención arbitraria. Estos hechos demuestran la poca preocupación que el régimen cubano siente por el respeto de los derechos humanos.
Se habla del terrorismo, sin embargo, se aplican métodos poco éticos y humanos para infundir el miedo y el terror en los opositores políticos de la dictadura.
Mi madre y yo hemos recibido ya varias llamadas anónimas después del 10 de octubre, donde se nos amenaza constantemente, y tememos por nuestra integridad física. He sido víctima en estos días de numerosas detenciones arbitrarias, por mis ideas.
Debido a los daños producidos, formulé la correspondiente denuncia ante la 3ra Estación de la PNR de Santiago de Cuba, pero aun no se me ha dado respuesta ni he visto una preocupación sincera por parte de las autoridades.
Quien realizó estos actos vandálicos dejó una nota donde alegaba que yo le “estaba jodiendo el negocio”, pero a qué negocio podría referirse esta persona?
Yo no realizo ninguna actividad mercantil, no soy un competidor de otros que realizan actividades productivas o de servicios, mi profesión es la de abogado, pero no la ejerzo hace ya un año debido a que la dictadura me expulsó de mi centro de trabajo, a través de una patraña.
Claro, es que el sufrimiento de nuestro pueblo, es un negocio para los que están detrás del poder, esos que han robado sus riquezas y sus sueños.
Y es ése negocio contra el cual personas como yo luchamos sin descanso.
Por todos es conocido que soy un opositor político, un luchador por la libertad y los derechos humanos de mi pueblo.
Exijo al gobierno cubano y a los agentes de la policía política que cesen sus actividades contra mi familia.
Respeten nuestros derechos.
Los responsabilizo ante la comunidad internacional por cualquier cosa que pueda ocurrirle a mi familia o a mí.
Cesen las bajezas y el doble discurso.
Debe usted aceptar definitivamente la pluralidad y sembrar en el cuerpo que usted dirige el amor.
Lic. Ernesto Antonio Vera Rodríguez.
Abogado Independiente. Director del Centro de Estudios Estratégicos para la democracia proactiva “José Ignacio García Hamilton” y Gestor de Concilio Cubano para las provincias orientales.
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